martes, 26 de abril de 2011

Uruguay: República Oriental de los Egoístas

por Marchelo Mariño



Recuerdo como si fuera hoy lo que decía el Prof. Washington Reyes Abaddie en la clases de Historia en la Facultad de CC. de la Comunicación: somos el paísito del labarito seguro, la quintita aparte, el matecito con la patrona…

Cuando mi apreciado profesor decía esas cosas, a mis 23 jóvenes años pensaba que nos estaba haciendo un chiste para hacer más amena la clase. Un chiste tomado de la realidad y que refleja lo que hoy, a los 36 también jóvenes años, puedo pensar y afirmar.

Estamos solo en un país que tiene casi tres millones y medio de corazones más solos que Pinochet en el día del amigo.

Los uruguayos somos “tranquilos”, por no decir boludos y por no caer en el término “pelotudos”, que los porteños la dan otra acepción. Si el uruguayo ve algo mal, no se calienta; al contrario, lo ve como parte de un sistema que no le interesa cambiar.

Dicen que si protestás sos comunista o socialista. Pero que drama hay, si ahora casi todo el país votó a los comunista y a los socialistas. La gente en la calle que no sabe nada de política, se cree que el comunismo y el socialismo son la misma cosa.

Protestamos absurdamente haciendo paros de transporte. Y la gente se queda a pie, se queda sin volver a sus hogares, en una ciudad que el transporte colectivo es tan malo como los dirigentes que hacen que vivamos en un país que mira para afuera y saca por las dudas el pasaporte.

Saben a quiénes nos parecemos los uruguayos: a los chanchos. Esos que comen y tiran la batea. El uruguayo estando bien ellos, les importa un carajo el indigente, el discapacitado, el pobre, el que pelea todo el día para ganarse la vida, y sea más importante el que no hace nada. Qué verdad dice Arjona con la canción que dice: “porque no es bueno el que ayuda si no el que no jode”. Acá si no hacés nada, si no movés un pelo ni un dedo, sos el uruguayo macanudo. El piola, el simpático, el crack. Acá si decís: yo me quiero preparar para ser lo mejor en la vida, te miran con cara de traste (y no traste de instrumento de cuerda) y te llaman pedante.

La gente no sabe, que acá para ser uruguayo, primero tenés que ser conformista y hacer un cursillo rápido en la universidad de la mediocridad.

Recuerdo cuando estudié Literatura, José Martí decía en el ensayo: Nuestra América: cree el aldeano vanidoso que el universo termina en los límites de su aldea… y con tal de que su enemigo no crezca y que él tenga lo suyo, ya tiene su vida satisfecha. ¡Y qué triste ser así!. Personalmente quiero que a mi enemigo la vaya 1000 puntos y que a mí me vaya mejor. No vivo con lo que le pasa a la gente, vivo con lo que me pasa a mí. Pobre vida espiritual tiene aquel que se preocupa por la vida de los demás.

Un día me dijo una persona: ¿por qué no compartir? Si todo el mundo tiene acceso a todo hoy en día. Y el que es mejor es mejor y va a llegar por un camino u otro a alcanzar su objetivo. Claro, entiendo a los que son garrones y quieren que le des la gallina de los huevos de oro y ellos no te dan ni una pluma.

Me acuerdo el día que me vine del Mercadito del Puerto con casi un kilo de lomos de merluza. ¿Y qué tiene de raro esto?, a que mí no me gusta el pescado… Y si no voy a comprar pescado para la gente que quiero porque a mí no me gusta, ahí “SI” sería un egoísta.

Recuerdo cuando un conocido me decía: acompañame al acto político que vamos a hablar con el dueño de una radio para ver si conseguís trabajo. Yo lo acompañaba al acto, pero al dueño de la radio nunca lo conocí. O aquel que me dijo: vamos que te llevo de segundo relator y cuando estuve allá estaba de pinche, de pibe de los mandados, comiendo de vez en cuando con los pocos pesos que había llevado de Montevideo. Cuando la gente juega con la ilusión de las otras personas y piensa solo en ella, me da ganas de matarla.

Pero existe una fuerza superior en el universo que un día va a armonizar todo y va a hacer justicia. Muchos le llaman Dios, otros, destino. Muchos besan la foto de Jesús y le llaman “flaco”, pero él no murió en la cruz para que la gente curre en su nombre, sino, para que se den cuenta de todo lo que nos enseñó.

Por eso mis amigos lectores, bienvenidos si nunca entraron, a la República Oriental de los Egoístas. Un país bien al sur, pero en el culo del mundo de los inteligentes…

¿Crees que la única fuerza que mueve al mundo es el amor?

MARCHELO MARIÑO

MARCHELO MARIÑO
Un Hombre "Todo Terreno"

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Montevideo, Montevideo, Uruguay
Porque las ideas, siempre y cuando sean buenas y sean ideas, valen la pena. Por eso, cuando uno tiene ideas tiene "poder". Por eso respetamos el valor de las ideas. (Y con esto no queremos copiar una frase de una institución financiera)... Marchelo Mariño
 
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